En los años 90 apareció el concepto de Inteligencia Emocional introducido por Daniel Goleman el cual se basaba en cinco dimensiones personales y emocionales: Autoconocimiento emocional, autocontrol emocional, automotivación, empatía y habilidades sociales.
La Inteligencia emocional es una excelente aliada para lograr los objetivos propuestos y ayudarte a alcanzar tus metas personales y profesionales, así como para regular tu estado emocional ante la aparición de emociones y sentimientos negativos como puede ser: la insatisfacción, la frustración o la pérdida de confianza en nuestras posibilidades de acceder al empelo que deseas.
No podemos hablar de Gestión emocional sin basarnos en esta definición. En ella se han puesto las bases de la gestión emocional.
¿QUÉ ENTENDEMOS COMO GESTIÓN EMOCIONAL?
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sentido diferentes emociones, reacciones que, si bien son conocidas no dejan de ser complejas.
Seguramente que alguna vez hayamos escuchado que debemos controlar nuestras emociones, pero, se ha entender que las emociones no se pueden controlar ya que tienen un componente biológico que es lo que las hace inevitables. No podemos evitar sentir miedo, pero sí podemos gestionar cómo vivirlo para así ajustarlo a nuestra realidad.
La gestión emocional trata de ello, es decir, de cómo gestionaremos las emociones que aparecen en nuestras vidas. Sobre todo, en la búsqueda de empleo aparecen muchas emociones y sentimientos que pueden facilitar o entorpecer el proceso.
La gestión emocional hace referencia a ser conscientes de las emociones que sentimos, aceptarlas y regularlas si es necesario.
Desde Damito Formación recomendamos que identifiquemos y consideremos dichas emociones y sentimientos para poder optimizar este proceso.
MEJORAR LA GESTIÓN EMOCIONAL
Para mejorar la gestión emocional y con ella la inteligencia emocional, te resumimos cinco de las habilidades que la componen.
Según D. Coleman deberás centrarte en mejorar aquellas que observes como tus puntos débiles para transformarlas en áreas de mejora y oportunidades.
– Competencias Personales: Conocimiento y autogestión.
– AUTOCONOCIMIENTO. Reconocer nuestras propias fortalezas es algo positivo ya que nos puede servir para resolver futuras situaciones, al igual que es positivo conocer las debilidades para así poder abordarlas y mejorarlas. Una persona capaz de hacer un análisis de sí mismo tendrá mayor seguridad y confianza en sus capacidades, expresará mejor sus puntos de vista y, podrá tomar decisiones a pesar de las incertidumbres o presiones.
– AUTOCONTROL EMOCIONAL. Durante el proceso de búsqueda de empleo, el autocontrol emocional debe estar regulado ya que este proceso contiene aspectos como: la ausencia de respuestas por parte de la empresa, el tiempo y esfuerzo que invertimos, la continua mejora para alcanzar el resultado, etc. Cuando observemos que nuestro autocontrol emocional se debilita, es conveniente parar, respirar, tomar conciencia del momento y trazar una nueva ruta.
– AUTOMOTIVACIÓN. Saber dirigir las emociones hacia un objetivo claro, bien definido y realista permitirá mantener una alta motivación y fijar tu objetivo en la meta más que en superar los obstáculos que nos aparecen.
– Competencias Sociales: Empatía y Habilidades Sociales.
– EMPATÍA. Permite entender las emociones y conductas de los demás. Permitirá regular tu estado emocional en el proceso de búsqueda, observar el escenario en el que está la otra persona, respetar y no juzgar.
– HABILIDADES SOCIALES. Manejar bien las habilidades sociales mejorará nuestras relaciones sociales.
VENTAJAS DE UNA BUENA GESTIÓN EMOCIONAL AL BUSCAR TRABAJO
* La canalización de las emociones y las conductas es fundamental para el desarrollo de las organizaciones y los objetivos planeados.
* Permite optimizar el desempeño laboral, la comunicación y/o un buen trabajo en equipo.
* Permite reducir y, hasta prevenir, el nivel de conflicto mediante la apertura de la comunicación dentro de un ambiente donde las ideas y las emociones son válidas.
* Permitirá describir líderes internos y optimizar las habilidades de liderazgo en los puestos directivos.
* Se favorecerá una mayor adaptación en los procesos de cambio. Se sabrá manejar el miedo y la incertidumbre.
* Reducir los abandonos de puestos de trabajo por no sentirse apreciado, valorado profesionalmente y como persona.
Finalmente, hemos de señalar que el éxito no sólo lo garantizará contar con una buena gestión emocional en la búsqueda de empleo por sí sola. Contar con una buena gestión emocional no significa saber usarla.
Los trabajadores que sepan manejar sus emociones sabrán cómo dirigir un equipo con mayor éxito.
No sólo serán más aptos para llevar a cabo las habilidades de persuasión y motivación, sino que también entenderán mejor a los miembros de su grupo, sabrán como relacionarse con ellos y cómo ayudarlos con sus complicaciones.